La alimentación es la
necesidad más básica y primaria de toda la sociedad. Como tal es un aspecto
central que ha de tomarse en consideración la forma que se da la organización
de la producción, el consumo y distribución de los alimentos que ingerimos y su
comercialización.
Debido al ritmo de vida
de las grandes ciudades, más la integración de la mujer a las actividades
productivas, ya es poco común que se coma en casa y mucho menos se prepare los
alimentos de manera apropiada en los hogares. Debido a ello la gente recurre
cada vez más a la comida rápida, integrándola a sus costumbres alimenticias.
La comida rápida se
refiere a un establecimiento donde primero se paga el consumo antes de que se
sirva y donde no hay camareros. Sin embargo, las modalidades de servicio y de
alimento de la comida rápida se pueden dividir en varias categorías: Para
llevar, en el mismo restaurante o a domicilio.
El sector de la Comida
Rápida ha dejado desde hace tiempo de ser un fenómeno norteamericano y se
extiende por todo el planeta a enorme velocidad, sumando un total de más de
88.000 establecimientos repartidos por todo el mundo.
Hoy en
día, el mundo está invadido por cadenas de comida rápida que nos ofrecen
“suculentos platos”. Y como casi todo el mundo anda a las carreras, la comida
rápida queda como anillo al dedo. Hay quienes comen algo de esto, dos o
tres veces por semana, incluso más, sin pensar mucho en si es o no saludable. Y
es que, a simple vista parece inofensiva, pero… ¡no lo es!

Esta
comida tiene mucho en contra:
- Ingesta de miles de kilocalorías malas para nuestra salud
- Es muy grasienta y tiene también mucho colesterol
- Demasiadas cosas precocidas o congeladas
- Hacen la digestión más difícil y lenta
- Demasiados aditivos que tienen diferentes malas repercusiones en el cuerpo
La
comida rápida es adictiva. Las grasas, azúcares y carbohidratos que contienen
la hacen especialmente sabrosa pero mala para la salud. Así que cuida tu
consumo de este tipo de alimentos, de vez en cuando no está mal, pero hacer de
ella un menú frecuente en tu dieta te puede traer muchos malestares.
La
comida rápida se hace a menudo con los ingredientes formulados para alcanzar un
cierto sabor o consistencia y para preservar frescura. Esto requiere un alto
grado de ingeniería del alimento, el uso de añadidos y las técnicas de proceso
que alteran substancialmente el alimento de su forma original y reducen su
valor alimenticio. Esto hace que sea habitualmente calificada de comida basura o
comida chatarra.
Se debe
de reducir la ingesta de este tipo de alimentos que están acarreándonos serios
problemas en nuestra salud y que actualmente están en tanto auge. Existen
muchos tipos de alimentos más saludables y menos procesados que nos van a saciar
de igual manera y no van a repercutir en nuestro organismo al contrario le van
a ayudar a realizar una buena digestión.
Nosotras como profesoras tenemos que
potenciar e incitar a los niños el consumo de alimentos saludables, como las
frutas y las verduras entre otras para que los índices de problemas de obesidad
infantil disminuyan considerablemente.

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